La experiencia de un desayuno celestial

Cada mañana me despertaba con el aroma de deliciosos dulces recién horneados. La atención del personal fue deslumbrante, sonrisas genuinas y siempre dispuestos a ayudar. La habitación era un espacio cómodo y acogedor, convirtiéndose rápidamente en un refugio perfecto. Sin duda, el desayuno fue el punto culminante, con opciones variadas que conquistaron nuestro paladar.

Sin embargo, en algunas ocasiones, la espera por el servicio fue algo larga, lo que restó un poco de la experiencia. el acceso desde el centro podría mejorarse un poco, ya que resulta un poco alejado.

La suite era tan espaciosa que podía haber organizado una fiesta de té en el salón, además contaba con una terraza privada con vistas al Khor Al Maqta que hacían que cada desayuno se sintiera como un brunch en la cima del mundo. El bar de la piscina tenía cócteles más refrescantes que un verano en la playa, y las opciones de comida eran impresionantes, casi un buffet para los dioses.

Falta de señalización clara

1) Habitación espaciosa
2) Piscina infinity impresionante
3) Servicio excepcional

1) Desinformación sobre snacks
2) Espera prolongada en el desayuno
3) Acceso complicado al souk

el desayuno ofrecía opciones exquisitas de todo tipo, un festín para los sentidos. la señalización hacia el souk era un poco confusa.

Increíble experiencia familiar

Nos quedamos en una suite ejecutiva con mi familia y la habitación era simplemente enorme, perfecta para nosotros. La vista a la Gran Mezquita era impresionante. El desayuno en el restaurante fue un festín, con tantas opciones que no sabíamos por dónde empezar. La atención fue de primera, siempre listos para ayudar, pero el acceso al estacionamiento no era tan claro.

Recomendado para vacaciones familiares

La habitación era espaciosa y contaba con una vista increíble. El personal fue extremadamente atento, siempre listos para ayudar y hasta ofrecieron vestimenta para visitar la mezquita.

No fue barato, pero aún así valió la pena.

La suite era espectacular, con un balcón que ofrecía una vista maravillosa a la Gran Mezquita. El restaurante Pearls & Caviar, con tapas excepcionales, fue un punto destacado de mi visita. Lo único que podría mejorar es la señalización hacia el Souk.

encanto y comodidad pura

El servicio fue excepcional. siempre estuvieron atentos a nuestras necesidades. La habitación era muy amplia y bien equipada, proporcionándonos un gran confort. Disfrutamos de una vista espectacular desde la piscina cuando atardecía, lo que hizo nuestra estancia aún más memorable.

Sin embargo, la señalización hacia algunas áreas del hotel podría ser más clara.

la estancia en el shangri-la fue pura magia, super cómodo y con vistas al mar de locura. la piscina infinity se lleva el trofeo, no hay nada mejor pa relajarse. El personal, qué decir, siempre al pendiente y con una sonrisa. hasta me ofrecieron ropa para la mezquita. el desayuno es un buffet del cielo, con tantas opciones que no sabes ni por dónde empezar. todo muy limpio y bien cuidado, sin duda gran atención.

pero el wifi un poco lento y la señalización hacia el souk podría mejorar, me hizo perder un par de minutos.

Mi experiencia fue increíble. La piscina infinity tuvo vistas espectaculares. El desayuno era un verdadero placer con opciones deliciosas. Además, el personal se preocupó por cada detalle, incluso me ofrecieron vestimenta para la mezquita. Sin duda, un lugar donde volvería a quedarme. 🌅

Vistas impresionantes y atención excepcional

Nuestra estancia fue simplemente increíble. La habitación era enorme y contaba con todas las comodidades necesarias. La vista desde el balcón hacia la Gran Mezquita era un espectáculo cada atardecer, y la piscina infinity realmente se robó el show. Comimos en el restaurante Pearls & Caviar, donde las tapas que probamos estaban exquisiteces. Un detalle que podrían mejorar es la señalización hacia el Souk, ya que puede ser un poco confuso encontrarlo.

El hotel tiene todo lo que uno podría desear. La piscina con borde infinito es ideal para relajarse y disfrutar de las vistas. La atención del personal fue excepcional, siempre listos para ayudarnos, incluso nos ofrecieron vestimenta para visitar la mezquita. La cena en el restaurante Pearls & Caviar, con sus deliciosas tapas, fue un verdadero lujo.

A mis hijos les hubiera gustado un área de juegos para niños.

Gran atención, desayuno variado y delicioso, pero un poco lejos del centro.

La piscina infinity ofrece vistas impresionantes, y la atención para visitar la mezquita fue excepcional.

me sentí como si estuviera en casa, no tengo ninguna pega

El hotel ofrece un lujo inigualable, con una habitación espaciosa y cómoda donde cada detalle está pensado para el confort. La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar, incluso proporcionando vestimenta adecuada para visitar la mezquita. La piscina infinity, con vistas a la impresionante mezquita, es un espectáculo por sí sola. Sin embargo, la señalización hacia algunas instalaciones podría mejorarse y la ubicación está algo alejada del bullicio del centro.